¿Está muriendo la televisión de pago?
El negocio de la televisión por cable está registrando el peor año de su historia en EE.UU.. Los índices de audiencia no paran de caer y, salvo a lo largo de la emisión de los Juegos Olímpicos, la difusión de la televisión por cable desde 2011, está agonizando.
La industria de la televisión por cable está viviendo el peor tramo de los últimos 12 meses y esto queda reflejado con un dato: los principales proveedores de este tipo de televisión perdieron un total de 113.000 suscriptores en lo que llevamos de 2013.
Muchos pensaban que esta caída de usuarios significaría un beneficio directo para el internet de banda ancha, pero esto no ha sido así. En total, unos cinco millones de personas finalizaron sus contratos de cable y de banda ancha entre principios de 2010 y finales de este año.
Los datos muestran la evidencia de que la televisión por cable está muriendo o, al menos, agonizando y de que los usuarios se están desenchufando de su servicio de internet de banda ancha. Time Warner Cable, por ejemplo, ha perdido 306.000 suscriptores de televisión y 24.000 suscriptores de banda ancha de internet.
Tom Rutledge, director general de Charter Communications, explicó a los analistas de Wall Street que estaba “sorprendido” de que 1,3 millones de sus 5,5 millones de clientes no quisieran el servicio de televisión por cable e internet de banda ancha.
Auge de nuevos mercados y cambio de hábitos
Los contenidos ofrecidos por la televisión por cable atraviesan una crisis histórica ya que desde hace algún tiempo su línea de crecimiento se mantiene por debajo de cero. Estos programas no funcionan. Se enfrentan cada año a una competencia cada vez más creciente y a una programación de mejor calidad ofrecida por otros servidores como AMC y HBO. A estos factores hay que sumar la circunstancia de que Facebook y Google han creado un público que está a punto de superar al de la televisión en términos de su alcance.
Pero ¿por qué se produce ahora este declive? La sociedad se encuentra en un punto de transición: ya no se consumen de la misma forma los contenidos ya que va en rápido aumento el porcentaje de personas que ven sus programas o películas a través de internet y sus dispositivos móviles.
En los últimos cinco años, la televisión por cable ha registrado una pérdida de casi cinco millones de usuarios y podría quedar, por primera vez en su historia, por debajo de los 40 millones a finales de este 2013.
El mercado está cambiando en favor de las empresas de telecomunicaciones como AT & T y Verizon que ofrecen TV como un paquete con acceso a internet de alta velocidad. Por primera vez en la historia, menos de la mitad de los abonados en las principales compañías de banda ancha deciden ahora suscribirse a la televisión por cable.
Uno de los factores que los expertos consideran clave en este declive, es que se está registrando una tendencia al alza en el número de hogares que no tienen televisión de pago. A pesar de que el número de hogares continúa creciendo en EEUU, estos no consideran la televisión por cable como una opción a tener en cuenta si no que se decantan por el uso de dispositivos móviles.
Mayor consumo a través de dispositivos móviles
A pesar de que los teléfonos iPhone y Android siguen luchando para mostrar vídeos sin problemas, la cantidad de vídeos que se vieron a través de sus dispositivos móviles registra un espectacular crecimiento. Alrededor del 40% de todo el tráfico de YouTube proviene de estos dispositivos. No se quedan atrás los iPads y tabletas, conocidos como “medios de comunicación vampiros”, ya que están cobrando una gran relevancia entre los usuarios que consumen contenidos televisivos en el prime time.
La razón de que este descenso masivo de consumidores de TV por cable no sea tan alarmante, reside en la publicidad. A pesar de que la tendencia demuestra que cada vez pasamos más tiempo frente a nuestros dispositivos móviles que frente al televisor, las grandes inversiones publicitarias se siguen realizando en televisión.
Si existe un menor número de personas que ven la TV por cable y un menor número de personas que están pagando por el servicio de internet, ¿significa eso que simplemente no se preocupan por ver nuestros programas favoritos ya? No necesariamente.
El Wi-Fi gratuito (en el trabajo, en las cafeterías y en los campus) está haciendo más fácil para los consumidores obtener los programas, películas y vídeos que quieran sin necesidad de suscribirse a cualquier tipo de servicio de cable o banda ancha. Mencionar como dato que 57 ciudades en EEUU ofrecen Wi-Fi gratuito.
Con los datos en la mano ¿por qué no se cambia esta tendencia? La respuesta es muy sencilla: aún es muy difícil reunir una gran cantidad de público a través de estos nuevos soportes. Un claro ejemplo sería la emisión de la Super Bowl (puede alcanzar audiencias de más de 100 millones de telespectadores en un tramo de tres horas) cuya repercusión económica en cuestiones publicitarias no resultaría tan rentable a través de otros dispositivos que no fueran la televisión.
A esto hay que sumar que, a pesar del nefasto año experimentado por las televisiones por cable, sus ingresos siguen aumentando porque las empresas están cobrando la disminución del número de clientes en más cuotas de suscripción, y que al mercado no le importan mucho la pérdida de audiencia siempre que pueda seguir manteniendo su rentabilidad económica. Pero la pregunta es ¿durante cuánto tiempo más?
Fuente: Marketing Directo